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Diario personal jotapeniano

domingo, 3 de febrero de 2013

Como no, ceremonia civil

Hoy ha sido un día de duros recuerdos.

Justo hace dos meses estábamos en el tanatorio por la muerte de mi suegro que hoy hemos vuelto al mismo sitio, en el mismo "box" y ceremonia para el padre de un amigo. Ya ha tenido "gracia" el que haya coincidido en el box...

Aunque apenas conocíamos al sujeto, nuestra pena era el recuerdo, el recién recuerdo de todo lo vivido, de todo lo que tuvimos que hacer y seguimos haciendo. Se merece una entrada para el recuerdo de por vida de todo lo que significó, pero en otro momento. Siempre digo que todo en sus debido momento, y ahora no es el momento de escribir sobre eso. 

Me gustaría recalcar que, en nuestro caso, no hubo ceremonia religiosa. Fue civil y, aunque no he visto muchas, tuvo cierto aire sentimental, curiosa, detallista y llena de matices sobre los recuerdos del ser del cual nos estábamos despidiendo. Lo se porque muchos compañeros de trabajo, amigos y demás sujetos nos los dijeron: lo bonito y emotivo que fue por lo que se explicó, por la música que sonó. 
Hoy hemos tenido la ocasión de comparar en el mismo lugar, una ceremonia religiosa. Está claro que no hay nada que decir, todo está dicho. Mientras que en la civil la persona que se va es la protagonista de toda la ceremonia, en la religiosa, todo es gracias al señor,  a Jesús y a todos los que   nos antecedieron. Sí, claro. Ahora vas y lo cascas!!

Tengo la sensación, que hemos entrado en una edad que todo esto va a ir sucediendo de tanto en tanto. De todas formas, como dice la gente D.E.P. 


2 comentarios:

  1. es increible lo bueno que es lo bueno y lo malo que es lo malo de la vida.

    tu dices que ha esta edad es cuando empieza a vivirse estas cosas...imaginatelo siendo jovenes e incluso niños, eso marca para siempre.

    en estos casos, se suele decir que te acompaño en el sentimiento, aunque siemnpre me ha sonado a mentira, pues nadie puede sentir lo que uno siente.

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  2. EStoy de acuerdo contigo en un 50%.

    Cierto es que mucha gente "te acompaña en el sentimiento" y, realmente, no he entendido al 100% el sentido de esa frase. Normalmente suelo decir "lo siento" y con la gente más allegada, pues un buen abrazo, porque a veces las palabras sobran, y más en estos momentos.
    Sí es verdad que acompañas en el sentimiento cuando una situación es totalmente idéntica a la tuya. En eso, sabes perfectamente lo que se siente. Si una persona tiene un enfermedad grave, los demás le pueden dar miles de consejos y ánimos pero en el fondo, la persona enferma sabe que los demás no tienen lo que le tiene ella. Cosa diferente es lo que siente otra persona que tiene lo mismo. En ese caso, se entienden mutuamente.

    Un caso bastante cruel que conozco es el de una chica que cumplió las 40 semanas de embarazo y notaba que algo no iba bien, no se movía. Salió corriendo al hospital y, me ahorraré más detalles, el bebé nació ya muerto. Estuvimos hablando durante mucho rato y le parecía una mentira lo que le estaba pasando, una broma muy cruel. Con el tiempo, lo superó de aquella manera, como digo yo. Ella me confesó que entendía todo el mundo los ánimos y los consejos que le daban pero en el fondo sabía que a ellos, no le había pasado lo mismo, no sabían lo que sentía. Esta chica y su fuerza para salir adelante montó una asociación para mujeres y sus parejas que habían pasado por lo mismo. Me dijo que la única vez que se sentía mejor, era hablando con aquellos padres, con el mismo dolor que ella tenía. Nos sentimos más seguros, más entendidos cuando hablamos con quienes han padecido o padecen lo mismo que padecemos nosotros.

    Tiempo después, bastante, una compañera de curro vi que hablaba con una cara desencajada. Le pregunté si todo iba bien y me dijo que su amiga acababa de dar a luz un niño muerto. Me comentaba que no sabía qué hacer ni que decirle, que se le iba a hacer cuesta arriba cuando ella hacía meses que había tenido su segundo hijo. Le dije que la abrazara con mucha fuerza y que le diera el número de esa asociación y que no dudase en llamar porque le iban a atender y entender como nadie en este mundo. Se lo comenté a mi amiga de la asociación y me dijo que era el mejor consejo que se le podía a esa muchacha. En esos momentos, necesitas alguien que te entienda, que te entienda de verdad.

    Pensando en estos casos, me doy cuenta de que no volví a preguntar por aquella amiga. Si llegó a llamar o no. Pero está claro que sólo te pueden "acompañar" en el sentimiento quienes sepan de verdad lo que tu está pasando.


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