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Diario personal jotapeniano

viernes, 19 de abril de 2013

Perdón…

 

Palabra poco usada porque … no sé, no debe de estar de moda. “Lo siento”, “me he pasado”, “discúlpame” no cuesta nada decirlas, y demuestra que te has equivocado. Es de sabios reconocer. Quejarse está de moda y pocas entradas con sorpresas. No es por nada, pero las digo a menudo cuando es necesario, no me cuesta decirlas.

Miércoles, jueves y viernes han sido muy duros para mí, por lo que he tenido que soportar. Un ataque en toda regla por parte de algunas compañeras. Sí, “algunas”, porque “algunos” no están para esa labor, la verdad. Llamarme machista (porque no lo soy y mi conciencia está tranquila en ese sentido) pero las mujeres son las protagonistas de esta entrada. Volviendo al tema,  después de haber pasado unos momentos bastantes penosos, he podido comprobar que no está toda la batalla perdida y dos compañeras han pedido en toda regla sus disculpas.  Aunque el daño está hecho, he valorado la situación y he aceptado la demostración de que se sentían mal porque habían llegado a unas conclusiones sin ningún fundamento y, mucho peor, han llegado a “machacarme” con pruebas sin fundamento. Alegar que porque tengan confianza contigo no significa que te puedan arrancar la piel con las uñas con fundamentos sin sentido y , mucho peor, con unas conclusiones no verídicas, no es una excusa en toda regla. Reconozco que se han sentido muy mal, o eso creo, y hecho de mi buena fe, he dejado pasar lo sucedido. Las personas deberían más dedicar sus esfuerzos en sacar provecho de su capacidad en su trabajo y no dedicarla en fijarse en lo que los demás tienen y ellos no. Eso, a parte de no ayudar a uno mismo, anula tu evolución como persona y como profesional. Está claro que en todas las empresas no todos los puestos son “especiales” y, por lo tanto, no todos pueden acceder a los mismos. Y, es más, los trabajadores no tienen la competencia de cómo ocupar los puestos  de trabajo si no los encargados o jefes de área correspondientes. No lo olvidemos.

Por mi parte, no me cansaré de decirlo: siempre me alegraré por mis compañeros de lo que consigan con su trabajo y su esfuerzo y no espero menos de ellos.  Lástima que muchos (por no decir muchas, en mi caso) no lo vean de igual manera y sólo escuches críticas sobre personas que tienen algo que ellas no tienen. Lo peor: que lo digan mientras están con las manos en los bolsillos, brazos cruzados o tomando un café justo 5 minutos después de empezar la jornada laboral (otra cosa que no puedo entender, gente que a los 5 minutos de empezar la jornada laboral están sentados 2o minutos tomando un café… es tan duro venir a trabajar que necesitan un descanso… aisnnnn) lástima que no se den cuenta que con esa actitud ni han ganado nunca nada, ni lo ganarán. Así no se ganan ascensos. No.

3 comentarios:

  1. lo que te ha pasado mi madre lo llamaba
    "envidia cochina".....que las den por
    el cu*** ¡¡¡

    tu a lo tuyo, y ellas...bueno, ellas a
    seguir tomando cafe ¡¡¡

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  2. SAbes una cosa? Llevo muuuuuuchos años trabajando. Desde muy joven. Cuando tenía 13 años y había acabado 8º de EGB, en el verano me iba a trabajar y a ganarme unas perras con mi hermano. Me levantaba a las 5 de la mañana!! A partir de ahí, no he parado con descansos o no, pero no he parado. Me avalan años de experiencia y aprendizaje. He pasado por todo tipo de empresas (bueno, no muchas porque por suerte o por desgracia, he durado bastante en cada una de ellas) pero vaya: textil, carpintería, reparto de pizza y correspondencia hasta llegar a donde estoy. He estado siempre en empresas privadas y allí las mejoras de los trabajadores las decidían los jefes y se las ganaban los trabajadores (a excepción de algunos enchufados, claro está). Hay gente que, se piensan que por que llevan años y años trabajando, los beneficios los deben de tener ipso-facto. Curiosamente, esas personas que tanto reclaman sus mejoras por antiguedad son totalmente no válidas para casi todos los departamentos por donde han pasado y en todos se las han quitado de encima. Aun así, siguen exigiendo su "antigüedad". Hay personas, que llegan y en poco tiempo pasan de un departamento menos importante a otro más importante. De auxiliar a otro cargo más elevado. Las envidiosas, como dices tú, solo tienen una conclusión, triste, pero la tienen: "claro, como caen en gracia..." No hay nada tan lamentable coo escuchar a personas que rondan los 50 años que su trabajo es nulo casi y que digan esa chorrada tan grande porque ellas no pueden optar a nada más que lo más sencillo del mundo, porque si les das algo con un poco más de responsabilidad, no te puedes imaginar la de cagadas que llegan a hacer.

    En la anterior empresa, estaba de encargado del almacén. Tuve la suerte de poder rodearme con quien merecía estar conmigo y, te puedo asegurar, que quien estaba conmigo no eran graciosos... sólo me sacaban la faena. Eso sí, era la privada, claro y no había tanto "derecho" como veo que quieren tener aquí.

    Ese es el problema de la envidia tan cruel que tienen algunas y algunos (en mi caso, no los hay de algunos...). Este viernes, ya dije que la gente debería estar más centrado por su trabajo y mirar por lo que tiene delante sin mirar lo que tenían los demás, porque al final, repercute en su trabajo y en la consideración que tienen los demás hacia ellas. Creo que mis reflexiones, que mi actitud y que mi explicación les hizo entrar en razón, o al menos eso me pareció a mí. Espero que este lunes, empiece una nueva etapa en el trabajo. Si no, me corto las venas!!

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  3. no te cortes la venas, hombre...que esta temporada se llevan largas..jajajaja

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