Pues nada, mucha lluvia, mucha lluvia y… sí, todo embarrado, calles llenas de arenas movidizas, aaay, si pudiera meter a gente dentro de las arenas movidizas hasta perderlas de vistaaaa!! Uff, qué mala persona soy! Pero he llegado al trabajo… qué lástima, podría haber habido árboles caídos, carreteras cortadas… etc, pero no… a currar se ha dicho!!
Hoy ha sido un día de poca reflexión o de mucha, según se mire. No hay nada que destacar o todo destaca por su naturaleza. No sé qué pensar…qué decir.. qué reflexionar…
Una pregunta, a ver si entre todos los que dais “me gusta” en las entradas os animáis a comentar: ¿creéis algo natural llegar al trabajo, sentarte, no relacionarte y al acabar tu jornada laboral, irte sin más? Me sorprende y cada vez me tiene más fascinado. A la vez, me da pena y me hizo reflexionar sobre algo que pasó hace años y me creó una pregunta. Por desgracia, no la puedo formular con normalidad pues podría hacer daño a personas que quiero. Pero cuando llevas muchos años trabajando con las mismas personas, no me entra que tus compañeros no se relacionen contigo fuera del trabajo. Lo sé, son preguntas existenciales que me formulo durante el día. Debería entrenar a mi mente para que se esté quieta y se relaje algunas horas al día.
Hoy, antes de recoger a la niña del cole por la tarde, me dormía en el coche. Ha sido horrible, pensaba que caería en redondo mientras conducía por la ciudad. ¿Estamos a martes y tengo este sueño? Cualquier día de estos me duermo de pie esperando al bus!! Ah, no, que no cojo el bus…
Pues nada, que mañana más o no, ya veremos que dicen mis amigos Hunt, Sócrates, Aristóteles y Locke si nos vamos de marcha o no…
Jueves yo creo que debería quedar con un sujeto y hablar con él. Lo prometí.
Nanit. Ciao!
Jotape.
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